LANZAROTE en «El mercader de Venecia»

Escrito por


Acto II, Escena II - Una calle de Venecia. Lanzarote solo.

LANZAROTE: ¿Por qué ha de remorderme la conciencia cuando escapo de casa de mi amo el judío? Viene detras de mí el diablo gritándome: «Gobbo, Lanzarote Gobbo, buen Lanzarote, ó buen Lanzarote Gobbo, huye, corre á toda prisa.» Pero la conciencia me responde: «No, buen Lanzarote, Lanzarote Gobbo, ó buen Lanzarote Gobbo, no huyas, no corras, no te escapes;» y prosigue el demonio con más fuerza: «Huye, corre, aguija, ten ánimo, no te detengas.» Y mi conciencia echa un nudo á mi corazon, y con prudencia me replica: «Buen Lanzarote, amigo mio, eres hijo de un hombre de bien...» ó más bien, de una mujer de bien, porque mi padre fué algo inclinado á lo ajeno. É insiste la conciencia: «Detente, Lanzarote.» Y el demonio me repite: «Escapa.» La conciencia: «No lo hagas.» Y yo respondo: «Conciencia, son buenos tus consejos!... Diablo, también los tuyos lo son.» Si yo hiciera caso de la conciencia, me quedaría con mi amo el judío, que es, después de todo, un demonio. ¿Qué gano en tomar por señor á un diablo en vez de otro? Mala debe de ser mi conciencia, pues me dice que guarde fidelidad al judío. Mejor me parece el consejo del demonio. Ya te obedezco y echo á correr.


Shakespeare

William Shakespeare (1564-1616)​ fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.





X

Right Click

No right click