HEMÓN en «Antígona»

Escrito por


Acto III, Escena I - Hemón y Creón.

HEMÓN: Padre, los Dioses han dado a los hombres la razón, que es, para todos, tantos cuantos existimos, la riqueza más preciosa. En cuanto a mí, no puedo ni pensar, ni decir que no has hablado bien. Sin embargo, otras palabras serían discretas también. En efecto, yo sé naturalmente, antes de que tú lo sepas, lo que cada cual dice, hace o censura, porque tu aspecto hiere al pueblo de terror, y calla lo que no oirías de buena gana. Pero a mí me es dado oír lo que se dice en secreto y saber cuánto lamenta la ciudad la suerte de esta joven, digna de las mayores alabanzas por lo que ha hecho, y que, de todas las mujeres, es la que ha merecido menos morir miserablemente. La que no ha querido que su hermano muerto en el combate, y no sepultado, sirviese de • pasto a los perros comedores de carne cruda y a las aves carnívoras, ¿no es digna de un premio de oro? Tal es el rumor que corre en la sombra. Padre, nada me interesa más que tu feliz destino. ¿Qué mayor gloria hay para unos hijos que la prosperidad de su padre, ó para un padre que la de sus hijos? No tengas, pues, el pensamiento de que no hay más palabras que las tuyas que sean discretas. En efecto, cualquiera que se imagine que sólo él es sabio, y que nadie le iguala por el alma y por la lengua, está lo más frecuentemente vacío cuando se le examina. No es vergonzoso para un hombre, por sabio que sea, aprender mucho y no resistir desmedidamente. Mira cómo los árboles, a lo largo de los cursos de agua hinchados por las lluvias invernales, se doblegan para conservar sus ramas, mientras que todos los que resisten mueren desarraigados. Del mismo modo, el navegante que hace con resolución frente al viento y no cede, ve su nave volcada y flota sobre los bancos de remeros. Apacíguate, pues, y cambia de resolución. Si puedo juzgar de ello, aunque sea joven, digo que lo mejor para un hombre es poseer una abundante sabiduría; si no— porque lo frecuente no es que ocurra así—, es bueno creer a sabios consejeros. 


Sófocles

Sófocles (496 a. C. - 406 a. C.) fue un drammaturgo griego. Es una de las figuras más destacadas de la tragedia griega. De toda su producción literaria, solo se conservan siete tragedias completas.





X

Right Click

No right click